Joy Zabrian likes this
Post by Zaturnyla Zabrian on Apr 23, 2022 20:25:22 GMT
NOMBRE:
Zaturnyla Zabrian
EDAD FÍSICA/MENTAL:
77 físicos (en esta encarnación) Muchos años mentales
11 (forma niña)
33 (adulta)
66 (Anciana)
ALTURA HUMANA/ARCANA:
1,72
CLASE SOCIAL:
Media Baja
RAZA:
Híbrida de Bruja Tríada/Fénix
PROCEDENCIA:
Truro, Cornualles
HERMANDAD/PANDILLA:
N/A
STATS
-Fuerza: ☆☆
-Salud/Vitalidad: ☆
-Destreza/Agilidad:☆☆
-Stamina/Resistencia: ☆☆
-Inteligencia: ☆☆☆☆
- Social: ☆☆☆☆
-Fuerza: ☆☆
-Salud/Vitalidad: ☆
-Destreza/Agilidad:☆☆
-Stamina/Resistencia: ☆☆
-Inteligencia: ☆☆☆☆
- Social: ☆☆☆☆
"Soy un aquelarre de una sola. Y una herida en el destino. No te metas en mi camino"
No recuerdo demasiado de mi vida anterior. De mi primera vida solo recuerdo…fragmentos. Imágenes borrosas. Y cada día son más difusas. Solo recuerdo el temor. La sensación de necesitar huír. Siendo niña. Siendo adulta. Y finalmente llegando al final de mis días. No había escapatoria. Y cuando creía que la muerte llegaba…algo en mi despertó. Y volví a vivir.
Otra oportunidad. Otra vida. El mismo temor. El mismo miedo. ¿Por qué vivía temiendo? Las manos largas de los hombres. Las voces. Las risas. Esas…esas no cambiaban entre hombres o arcanos.
Recuerdo la primera vez que sentí algo distinto al miedo. El aroma de la sangre y mi cuchillo en el pecho de quien era mi maestro. Senti asco. Un tipo distinto de temor.
Pero eso…ese asco, se convirtió en entendimiento. Y en libertad. El pesado y polvoriento grimorio en mis manos era tan natural. Como se siente un abrigo que ya conoces y no te has puesto en mucho tiempo. Comfortable. Seguro. Protector.
Recuerdo la última vez que sentí miedo. Cuando lo vi a él bajo la luna, con unos ojos calmos bajo una melena azabache. Y cuando rocé las crines de ella, que se sentían como primavera entre tus dedos.
Pero…pero ¿cómo?
-No debía llegar a esto…¿Cómo…como llegó a esto?
Sus pies crujían sobre el piso de madera. Sus manos temblorosas se aferraron a su boca donde ahogaron un grito. Los dos cuerpos de sus amigos yacían allí, muertos. Muertos por su propia mano.
Habíamos sido nosotros tres. Solo nosotros tres. De la mano del otro recorrimos bosques, planicies…hasta cruzamos mares. Riendo. Discutiendo. Llorando. Planeando un futuro que jamás llegaría. Un futuro…del que me excluirían. ¿No fui suficiente para ellos? ¿fui acaso solo la segunda opción? ¿soy descartable? Quizás es por eso que salto de cuerpo en cuerpo…soy descartable.
Entonces…decidí volverme indispensable. Eterna. Permanente.
Habíamos sido nosotros tres. Luchando contra arcanos oscuros. Contra humanos crueles. Construyendo un lugar donde todos pudiesen sentirse seguros. Donde los que eran…como nosotros. Solitarios. Abandonados. Perdidos. Pero en algún punto sus miradas sobre mi cambiaron. Los oía susurrar, preocupados…hasta atemorizados. ¿Por qué me temían? ¡Debía recopilar toda la información que pudiera! ¡No podía detener a la oscuridad sin entenderla! ¡¿POR QUÉ NO ME ENTENDIERON?!
Decían…que debía dejar mis investigaciones. Que me estaban consumiendo. Que casi no me reconocían. Pero mis libros eran todo lo que tenía. Si podía anular la magia de nuestros enemigos. O incluso si podía hacer mi cuerpo permanente…las cosas podrían ser distintas.
Pero no me entendieron. Algunas noches aún oigo el crepitar de mis libros y mi biblioteca. Chisporroteando y elevándose en bonitas y trágicas luciérnagas, empañadas por mis lágrimas. Pero esta vez nadie las secaría. Ellos se habían marchado. Estaba sola.
O eso creí. Tenía algo más dentro de mi. Una determinación nueva para mi. Venganza. Aún si me costaba todas mis vidas. Apreté un carbón encendido de lo que fue mi grimorio, en mi palma. Siseó. Esa marca sería un recordatorio permanente.
Era una tarde de primavera cuando finalmente los encontró. Aquellos a quienes había amado con la misma intensidad con la que ahora los odiaba. Se acercó despacio, con las ultimas luces. El aroma agradable de la leña de pino aromatizaba la casa y se mezclaba con el delicioso y familiar aroma que la bruja tan bien conocía. El estofado de carne y hongos de Kalos. Seren estaría poniendo la mesa seguramente.
-Que cruel no invitarme a comer-dijo a modo de saludo
Explicaciones que la bruja ya no quería oír. Una escaramuza que repelió con cierto trabajo. Con cierta duda. Y luego llantos. Amenazas. Hasta gritos. La bruja recorrió la casa. Degustó el estofado. Y cuando vió que los ojos de Seren, se movían hacia otro cuarto los oyó gritar rogando que no le hiciera nada. Un cuarto vacío, de niño. Eso la envalentonó aún más. Les prometió que cuidaría del niño…en tanto le fuera útil. Y cuando el tiempo llegara, sería su nuevo cuerpo. Así, el daño que le habían hecho estaría pagado. Más amenazas. Que acalló con un rápido lanzazo.
Estaba hecho. Pero…no se sentía satisfecha. Tuvo que salir de allí y tomar aire. ¿Por qué no se sentía realizada? El tiempo avanzaba pero ella allí estaba. Inmóvil. Hasta que regresó a la casa donde los mató. El cuerno de Seren…el cuerno de Kalos. Sus cuerpos. No quería que se pudrieran. Los cremaría. Pero cuando llegó se encontró con algo.
-¡SEREN!-dijo. Pero no era ella. Era…un pequeño.
Un rastro. Un despojo. Un…fragmento.
“Cuando tengamos hijos”-le dijo Seren un día-“Serán nuestro orgullo y alegría”
En esos momentos Kalos abrazaba a sus esposas y las besaba a cada una en la frente.
La bruja y el unicornio cruzaron miradas. Como hace tantos años con su madre. Pero en ese entonces Nyla había usado su forma infantil para acercarse. El potrillo se acercó a la bruja y se aferró a ella. Quien quedó inmóvil.
-Soy amiga de tus padres…-dijo aún sin abrazarlo-Ellos…alguien horrible los mató.
El niño sollozó.
“Nuestro orgullo y alegría…solo me queda mi orgullo. Y la alegría de ustedes”
Desde entonces la bruja cuidó del unicornio. Como quien alimenta al ave y prepara la ballesta. Después de que mató a quienes amó una extraña maldición se manifestó en su cuerpo. Quizás por el atroz acto que había cometido. Quizás una represalia del maestro a quien había despojado. Quizás solo era su castigo por existir aún cuando personas más gentiles aún existían. Sea cual fuere, Zaturnyla sentía que su memoria se volvía difusa. Que su forma triple se volvía difusa. Y que su suerte se terminaba. No tenía su grimorio para saltar correctamente. El tiempo se le terminaba. Un ser con tiempo infinito, ahora encontraba su final. Pero no debía ser así. Miró al dulce unicornio que dormitaba en su regazo…¿tendría la fuerza para clavar el cuchillo cuando fuera necesario?
Otra oportunidad. Otra vida. El mismo temor. El mismo miedo. ¿Por qué vivía temiendo? Las manos largas de los hombres. Las voces. Las risas. Esas…esas no cambiaban entre hombres o arcanos.
Recuerdo la primera vez que sentí algo distinto al miedo. El aroma de la sangre y mi cuchillo en el pecho de quien era mi maestro. Senti asco. Un tipo distinto de temor.
Pero eso…ese asco, se convirtió en entendimiento. Y en libertad. El pesado y polvoriento grimorio en mis manos era tan natural. Como se siente un abrigo que ya conoces y no te has puesto en mucho tiempo. Comfortable. Seguro. Protector.
Recuerdo la última vez que sentí miedo. Cuando lo vi a él bajo la luna, con unos ojos calmos bajo una melena azabache. Y cuando rocé las crines de ella, que se sentían como primavera entre tus dedos.
Pero…pero ¿cómo?
-No debía llegar a esto…¿Cómo…como llegó a esto?
Sus pies crujían sobre el piso de madera. Sus manos temblorosas se aferraron a su boca donde ahogaron un grito. Los dos cuerpos de sus amigos yacían allí, muertos. Muertos por su propia mano.
Habíamos sido nosotros tres. Solo nosotros tres. De la mano del otro recorrimos bosques, planicies…hasta cruzamos mares. Riendo. Discutiendo. Llorando. Planeando un futuro que jamás llegaría. Un futuro…del que me excluirían. ¿No fui suficiente para ellos? ¿fui acaso solo la segunda opción? ¿soy descartable? Quizás es por eso que salto de cuerpo en cuerpo…soy descartable.
Entonces…decidí volverme indispensable. Eterna. Permanente.
Habíamos sido nosotros tres. Luchando contra arcanos oscuros. Contra humanos crueles. Construyendo un lugar donde todos pudiesen sentirse seguros. Donde los que eran…como nosotros. Solitarios. Abandonados. Perdidos. Pero en algún punto sus miradas sobre mi cambiaron. Los oía susurrar, preocupados…hasta atemorizados. ¿Por qué me temían? ¡Debía recopilar toda la información que pudiera! ¡No podía detener a la oscuridad sin entenderla! ¡¿POR QUÉ NO ME ENTENDIERON?!
Decían…que debía dejar mis investigaciones. Que me estaban consumiendo. Que casi no me reconocían. Pero mis libros eran todo lo que tenía. Si podía anular la magia de nuestros enemigos. O incluso si podía hacer mi cuerpo permanente…las cosas podrían ser distintas.
Pero no me entendieron. Algunas noches aún oigo el crepitar de mis libros y mi biblioteca. Chisporroteando y elevándose en bonitas y trágicas luciérnagas, empañadas por mis lágrimas. Pero esta vez nadie las secaría. Ellos se habían marchado. Estaba sola.
O eso creí. Tenía algo más dentro de mi. Una determinación nueva para mi. Venganza. Aún si me costaba todas mis vidas. Apreté un carbón encendido de lo que fue mi grimorio, en mi palma. Siseó. Esa marca sería un recordatorio permanente.
Era una tarde de primavera cuando finalmente los encontró. Aquellos a quienes había amado con la misma intensidad con la que ahora los odiaba. Se acercó despacio, con las ultimas luces. El aroma agradable de la leña de pino aromatizaba la casa y se mezclaba con el delicioso y familiar aroma que la bruja tan bien conocía. El estofado de carne y hongos de Kalos. Seren estaría poniendo la mesa seguramente.
-Que cruel no invitarme a comer-dijo a modo de saludo
Explicaciones que la bruja ya no quería oír. Una escaramuza que repelió con cierto trabajo. Con cierta duda. Y luego llantos. Amenazas. Hasta gritos. La bruja recorrió la casa. Degustó el estofado. Y cuando vió que los ojos de Seren, se movían hacia otro cuarto los oyó gritar rogando que no le hiciera nada. Un cuarto vacío, de niño. Eso la envalentonó aún más. Les prometió que cuidaría del niño…en tanto le fuera útil. Y cuando el tiempo llegara, sería su nuevo cuerpo. Así, el daño que le habían hecho estaría pagado. Más amenazas. Que acalló con un rápido lanzazo.
Estaba hecho. Pero…no se sentía satisfecha. Tuvo que salir de allí y tomar aire. ¿Por qué no se sentía realizada? El tiempo avanzaba pero ella allí estaba. Inmóvil. Hasta que regresó a la casa donde los mató. El cuerno de Seren…el cuerno de Kalos. Sus cuerpos. No quería que se pudrieran. Los cremaría. Pero cuando llegó se encontró con algo.
-¡SEREN!-dijo. Pero no era ella. Era…un pequeño.
Un rastro. Un despojo. Un…fragmento.
“Cuando tengamos hijos”-le dijo Seren un día-“Serán nuestro orgullo y alegría”
En esos momentos Kalos abrazaba a sus esposas y las besaba a cada una en la frente.
La bruja y el unicornio cruzaron miradas. Como hace tantos años con su madre. Pero en ese entonces Nyla había usado su forma infantil para acercarse. El potrillo se acercó a la bruja y se aferró a ella. Quien quedó inmóvil.
-Soy amiga de tus padres…-dijo aún sin abrazarlo-Ellos…alguien horrible los mató.
El niño sollozó.
“Nuestro orgullo y alegría…solo me queda mi orgullo. Y la alegría de ustedes”
Desde entonces la bruja cuidó del unicornio. Como quien alimenta al ave y prepara la ballesta. Después de que mató a quienes amó una extraña maldición se manifestó en su cuerpo. Quizás por el atroz acto que había cometido. Quizás una represalia del maestro a quien había despojado. Quizás solo era su castigo por existir aún cuando personas más gentiles aún existían. Sea cual fuere, Zaturnyla sentía que su memoria se volvía difusa. Que su forma triple se volvía difusa. Y que su suerte se terminaba. No tenía su grimorio para saltar correctamente. El tiempo se le terminaba. Un ser con tiempo infinito, ahora encontraba su final. Pero no debía ser así. Miró al dulce unicornio que dormitaba en su regazo…¿tendría la fuerza para clavar el cuchillo cuando fuera necesario?
Melancólica - Inquisitiva - Juzgadora - Seria - Pasivo/Agresiva - Paciente - Impávida - Manipuladora - Vanidosa - Arrogante - Gentil - Maternal - Inestable
Zaturnyla es una bruja que ha crecido con el miedo a ser atrapada o utilizada constantemente. No fue hasta que recibió afecto sincero que comenzó a saber lo que era ser estar en paz. Las traiciones recibidas la han tornado alguien despiadada, desapegada y controladora. Cualquier atisbo de desafío logra ponerla en guardia. Pero también es capaz de dar afecto. Y se preocupa sinceramente por los niños a su cuidado, aunque también los vea como posibles conejillos de indias. La desesperación del tiempo que se le acaba hace que sea inestable, pero también determinada.
Zaturnyla es una bruja que ha crecido con el miedo a ser atrapada o utilizada constantemente. No fue hasta que recibió afecto sincero que comenzó a saber lo que era ser estar en paz. Las traiciones recibidas la han tornado alguien despiadada, desapegada y controladora. Cualquier atisbo de desafío logra ponerla en guardia. Pero también es capaz de dar afecto. Y se preocupa sinceramente por los niños a su cuidado, aunque también los vea como posibles conejillos de indias. La desesperación del tiempo que se le acaba hace que sea inestable, pero también determinada.
GUSTOS/HOBBIES/INTERESES:
-Esta muy interesada en la alquimia y la investigación mágica. Tiene una pequeña biblioteca en su casa
-Le desagradan los religiosos en general. Le causan una intensa repulsión.
-Le encantan las cosas dulces. Hace caramelos cuando puede y los vende. Es una forma buena tambien de sobornar/atraer niños para que hagan sus mandados.
-Le gustan los niños. Tiene un hijo propio y otros niños que adoptó. Aunque no lo parezca, se preocupa por ellos.
-Es una ávida lectora. Es toda una sabia.
-Le gustan las aves. Antes de mudarse a las inmediaciones de Londres, en su casa en el campo, tenía algunos comederos y baños para ellos.
-Le gusta el teatro también. Aunque es más de ballet que de ópera.
DATOS EXTRAS:
-Ejerce como Institutriz, gracias a sus amplios conocimientos de ciencias naturales, latín, cultura y etiqueta. Y por su falta de miedo a castigar físicamente.
-Tiene una maldición donde tiene "achaques". Su forma triple se desfaza y Nyla se pierde en su estado. Así se torna niña, adulta o anciana y se pierde entre sus memorias antiguas, nuevas y confunde personas, lugares y sucesos. Por suerte tiene a sus niños que la ayudan. Está buscando una forma de curarse de esto.
-Seren y Kalos eran dos antiguos amigos y luego amantes de Nyla. Cuando Nyla comenzó a corromperse por los conocimientos que acumuló, ambos decidieron que lo mejor era destruir toda su investigación y alejarse de la bruja oscura. Nyla se vengó de ambos.
-Aunque permitió que Joy, el hijo de sus dos ex-amantes, viaje y sea "libre" lo vigila constantemente. Le entregó un accesorio que permite que sepa donde está y que hace.
-Tiene una relación problemática con Joy. Si bien lo quiere. Tambien le recuerda la traición de sus padres y como la hicieron a un lado. También sabe que deberá usarlo tarde o temprano. Aprovecha todo lo que puede del unicornio. Y admira en cierto modo sus momentos de actitudes indómitas.
HABILIDADES:
"Desde la oscuridad...creación"
Deformación oscura: Deshacer escudos y áreas de completa oscuridad, crear estructuras pequeñas y armas medianas como espadas para infligir daño con ellas.
"Tus heridas...¿quién te hizo esto? Dímelo. Solo...hablaré con él"
Sanación: Las brujas y brujos son hábiles para curar cierto tipo de enfermedades a base de remedios o conjuros, al mismo tiempo, son capaces de curar maldiciones y conjuros.
"La manifestación del fuego. Vino a mi la primera vez que intentaron quemarme en una pira"
Pyroportation: Habilidad de teletransportarse a través del fuego, fundiéndose en llamas de cualquier tamaño y apareciendo en cualquier otro lugar desde el mismo elemento.
REFERENCIA VISUAL: Arte por lepoumi