Em Lindr

De alguna forma los padres de Em se las arreglaron para criarla de la forma más sobreprotectora y condescendiente posible. Ella nació como la primogénita de su familia y si bien no creía que sus padres la odiaran pues le brindaron una vida de lo más cómoda... estaba segura que ellos hubieran preferido un hombre. Por ello, Emma siempre se esforzó demasiado en todas sus labores para así ser diestra en ellas y poder tener tiempo para aprender más cosas que seguramente se le hubieran designado si hubiera nacido varón; alguien a quién su padre pudiera enseñarle sus saberes de la alquimia.

Pero aquello era simplemente en vano, porque la expectativa que tenían sus padres sobre ella radicaba en conseguirle un buen marido y que se casara. Cosa que al final del día, sucedió... fue desposada por un amigo de su padre; alguien que también era cercano a temas de místicos que su familia estaba familiarizada en secreto. Quizás no obtuvo el apasionado amor con el que había soñado alguna vez cuando era niña, pero obtuvo mucho conocimiento.

Su suerte dió un vuelco cuando un día, su esposo desapareció. "La viuda de Lindr" le dicen ahora, pero no parece afligida. De hecho, todo lo contrario. Parece complacida con la vida de viuda, permitiéndose disfrutar del lujo y la libertad de quién ya había cumplido con sus deberes sociales; ahora se ha unido a la Royal Opera como ayuda tras bastidores, pues su pasión además de la magia siempre habían sido las artes, algo que no había tenido tanta oportunidad de ahondar como ahora... o quizás es una fachada, pues mientras nadie la ve, ella continúa queriendo aprender más de las artes místicas. De cómo afectan a los seres vivos.