Valtterie Vermeer

Nombre: Valtterie Vermeer.

Edad física/mental: 30/35 años. 

Altura: 1’80 mts.  

Raza: Humana (Alquimista).  

Naturaleza: Humana.  

Procedencia: Descendencia Irlandesa. Nacida en Londres, Inglaterra. 

Para explicar la peculiar vida de Valtterie hay que remontarse a su niñez. Ella nació en una casa dónde el dinero nunca estaba cerca de escasear; diversos lujo estaban a su alcance y aun así, siempre se sintió fuera de lugar. La vida burguesa demandaba perfección; no había lugar para los errores. Su madre siempre fue muy dura con ella precisamente por ser mujer y Valtterie poco a poco se sintió cada vez más aprisionada, temerosa de casarse con quién la habían prometido para acabar siendo una propiedad más; la visión de una vida sin amor la hacía miserable.  

Así pues, constantemente reprochada por sus padres, con una insoportable madre fría y exigente, reprendida por sus cuidadoras y anhelando libertad; bajo ese panorama no es de extrañar que haya huido a la primera oportunidad. Un día conoció a un misterioso hombre; quizá fue la mutua necesidad de cariño o la impresión de que él no la trataba como si fuera una estúpida, pero acabaron enamorándose. Y no sólo eso, como su relación obviamente no iba a ser aceptada por su familia, ella acabó por escapar de casa.  

Al poco tiempo se dio cuenta que estaba embarazada y durante los primeros años vivió tan feliz como nunca lo había sido. Su ahora esposo tenía su carácter, así como algunas inclinaciones que Valtterie encontraba deplorables como la nigromancia; pero fuera de eso, siempre fue buena con ella. La trataba con amor, como si fueran iguales; no desmeritaba sus opiniones y definitivamente no era un simple mueble más en la casa.  

Pero las cosas cambiaron cuando su hijo creció; su marido siempre era duro con él, incluso podría decirse que abusivo. Y no permitía que ella opinara sobre su crianza, cosa que resintió porque él jamás había sido así con ella; no era como la mayoría de los hombres que no tomaban en serio a las mujeres, él la respetaba como persona y de pronto… era como si hubiera cambiado. Valter, su hijo, desde niño demostró ser inteligente, diestro para los estudios; quería sacar el máximo provecho de eso. Su marido quería enseñarle las artes de la nigromancia a tan corta edad porque “necesitaba estar seguro que sería un perfecto heredero” y esto fue algo que Valtterie simplemente no podía tolerar. El amor que tenía por su hijo acabaría poniendo fin a una relación que se fue poniendo densa con el tiempo; ella no quería que se sintiera obligado a seguir el lúgubre legado de su padre. 

Algo de lo que siempre se arrepentirá es haber tardado tanto en actuar. Su esposo había cambiado tanto que llegó a darle miedo; se ponía agresivo con ambos y no los dejaba salir. Si hubiera tenido más valor, si hubiera sido más firme, quizás su hijo no habría quedado marcado de por vida. Aún no está muy segura de cómo sobrevivió a tanta tensión, pero cuando tuvo la oportunidad de huir, otra vez lo hizo.  

Huir, huir siempre sin mirar atrás. Básicamente es lo que siempre ha hecho. Primero la pasó muy mal; había llevado varias cosas consigo, pero iniciar de cero era complicado; Hazell, su hermano menor alguna vez la visitó para pedirle que volviera a la familia, pero ella estaba segura que no podía regresar nunca más. Además, tampoco quería; quizás allá afuera estaba desamparada y sola, pero de alguna forma… seguía siendo libre. 
 

Se quedó a vivir durante un tiempo con una amiga suya; dejó que Valter se acercara a la iglesia y a los estudios de la misma tanto como quisiera, mientras que ella hacía su esfuerzo por estabilizar su situación. También había sido muy diestra para el aprendizaje y durante sus años junto a su esposo había retomado sus estudios de la alquimia que tuvo de jovencita; así que comenzó a vender pociones para ganarse la vida. Gracias a que tiene la suerte de hacer amistades con facilidad, poco a poco fue ganándose clientela y con ello, ingresos.  

Ahora el tiempo ha pasado. Su hijo suele visitarla en una casita muy modesta que se construyó en las orillas del bosque; ciertamente luego de todo lo que le pasó Valtterie siente que necesitaba vivir en un lugar tranquilo. ¡Aunque sea para dormir! Porque su hermano le insistió tanto en que entrara a trabajar al Bethlem Royal como enfermera… y al final le fue imposible decir que no. ¡Pero tampoco se equivoquen! Le ha tomado un gran cariño a trabajar allí; quizás algunas cosas le parecen algo perturbadoras y extrañas…. pero viviendo con su esposo vio muchas cosas igual de turbias, así que tampoco le sorprenden tanto. Además, siente que de alguna forma ahí está haciendo lo que más adora hacer; ayudar a otros.  

Y de paso enmienda el daño del que se siente responsable, porque aunque todo lo hacía su marido, de alguna forma es como… ¿si fuera su cómplice?  

Valtterie es una persona que siempre antepone el corazón por encima de la razón; sensible por excelencia y risueña por default. Trata de ser amable con la mayoría de personas. Puede considerarse como alguien bastante fácil de leer pues es muy trasparente con sus sentimientos; con ver su rostro uno puede caer rápido en cuenta sobre su estado de ánimo gracias a lo expresiva que es. Cabe resaltar que es muy fácil hacerla llorar y no es buena mintiendo.  

Por otro lado, su filosofía de vida se basa en: “Todos tienen algo bueno que ofrecer, pero a veces necesitan que alguien crea en ellos para que tomen la decisión correcta”, y ella está dispuesta a ser esa persona. Tal pensamiento le ha traído problemas vinculados con la decepción y el abuso de su confianza, pero prefiere mantenerse positiva y pensar en que sólo han sido algunos infortunios… unos que la hacen llorar mucho, ¡pero ajá! 

Muchas le describen como “una persona tan intensa que te agobia”. Es invasiva, toma confianza muy rápido y habla demasiado para su propio bien. Siempre necesita estar haciendo algo; ya sea vinculado con sus actividades como enfermera o simplemente haciendo tareas del hogar en su vivienda, estudiando… ¡o investigando! Pocas veces la verán holgazanear y de ser así, créanlo… seguramente es porque está agotada. 

También, cabe recalcar que tiene una actitud bastante maternal. Puede de repente olvidarse de su posición y regañar a diestra y siniestra si lo cree necesario; no le gusta que le vean la cara de estúpida sólo por ser buena gente. Aunque también tiene que lidiar con la mala costumbre de atribuirse culpas que no le corresponden, casi como si tuviera un complejo de mártir.  

- Que la traten bonito. 

- Admirar la belleza ajena, sin importar el género, la raza o el estatus social. La verdad hay un pocas cosas que encuentre “feas”.   

- Amaaa la tranquilidad de la naturaleza.  

- Disfruta no apretándose tanto el corsét. En sí le fascina la ropa holgada, cómoda. ¡Ah! Y colorida.  

- Le interesa el conocimiento; es una persona sumamente curiosa. Un beneficio que encuentra trabajando en el Bethlem Royal, es que puede aprender todavía más de medicina. Y seguramente también de cómo crear pociones más específicas y fuertes para tratar a la gente enferma.  

- No extraña la vida lujosa que tenía. Ella está muy tranquila con su casita en el bosque.  

- Es enamoradiza, pero nunca intenta nada con nadie. Aún no termina de sanar las heridas emocionales que le dejó su ex marido.  

- AUNQUE, técnicamente sigue siendo su marido, ya que nunca se divorciaron. Y posiblemente no lo harán por la dificultad de la época. Él ha intentado buscarla, arreglar las cosas; pero ya no quiere nada con éste. 

- Ha hecho su propio libro de pociones; ella misma lo ilustró. También ha hecho una especie de diario dónde anota cosas relevantes de su día a día.  

- Se preocupa mucho por su hijo, agradece que éste la visite seguido. No entiende su afición por la iglesia, pero lo apoya.  

- Cuando sale, procura siempre tener tapado hasta el cuello y los brazos; tiene tatuajes allí. Tiende a esconderlos bien, así que pocos saben de éstos. Siempre bromea o ignora la pregunta cuando le preguntan porqué los tiene.  

-  Su nombre de soltera era Valtterie H. Green.