Anya Vasiliev [Repost]

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Edad física/mental: 23 años 

Altura: 1.64 m 

Naturaleza: Humana/Oscura 

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Procedencia: Moscú, Rusia.
Clase social: Alta

Hija de un burgués ruso. Anya había mantenido una vida recta y disciplinaría en conventos gracias a su padre, pero debido a una influencia que amenazó el futuro de la familia, decidieron enviar a Anya a Inglaterra para protegerla.

Hermandad/Pandilla: Royal Opera
(13/04/2023: Retirada de la Pandilla por Inactividad. Mod Gabs)

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Historia: 

Hija única desde que tiene memoria, y siempre hostigada por la forma en que se debe comportar una mujer. Al tener un carácter rebelde y temperamental, su padre decidió que ya era hora de que Anya supiera su lugar: la envió a un convento desde que tenía trece años y desde entonces fue criada en ese lugar donde lo único que aprendía era sobre costumbres arcaicas, arte y religión. Múltiples veces decidió escapar, huir de aquella vida y hacer la propia. En todas esas ocasiones fue atrapada y los castigos que le impusieron aumentaron su severidad. Desde entonces ella tuvo en claro que la vida de la nobleza no era lo que quería, pero al no tener mayor opción no pudo hacer nada al respecto.  

Su madre, la única mujer que entendía por lo que ella estaba pasando, la animó a tomar una iniciativa diferente: un camino donde nadie pudiera decir que lo que hacía estaba mal y que bien podría practicarlo como un medio para mantener a todos contentos pero que le permitiera sacar las frustraciones de la vida. Con ello se refirió el arte de la danza. Su madre, una hermosa mujer de sangre inglesa y con grandes habilidades para el ballet, la enseñó y entrenó para volverla la mejor bailarina de Moscú. Desde entonces la meta de Anya era volverse una prima balerina; pero su padre, al ver las habilidades que ella poseía en agilidad, destreza, aunque muy poco qué decir en fuerza física, decidió inmiscuirla en asuntos más turbios. La salida que Anya había creado para ella misma se convirtió en el inicio de una pesadilla cuando su padre le comentó sobre una academia donde podría mejorar su habilidades como bailarina y que le prometía el título como prima.  

Anya fue convencida y la sacó del convento para meterla en una escuela de artes. Resultó ser solo una academia creada bajo una secta dirigida por la nobleza para criar y entrenar mujeres prometedoras en el mundo de la danza y del combate. Doncellas que pudieran camuflarse en el mundo de la alta cuna, rodeadas de fama que camuflaran su verdadera naturaleza. Se trataba un proyecto que ya tenía tiempo de llevarse a cabo, pero del que ni Anya, ni su madre tenían la menor idea de su existencia. Para cuando la pequeña rusa se percató de la situación, era demasiado tarde para escapar.  

Diez años después, Anya se había convertido en una bailarina profesional, buscaba destacar en las pruebas de su entrenamiento como asesina y ser la mejor en el baile sobre las demás, aunque a veces se viera opacada por otras chicas igual o más prometedoras. De no hacer caso a las indicaciones otorgadas, sería excluida y expulsada; todas las bailarinas que veían a una estudiante salir del aula no la veían precisamente fuera de las instalaciones. Solo un cuerpo envuelto por basura y residuos de la cocina. Quizás para enterrarla lejos como una señal de advertencia para todas las demás sobre lo que les espera si no ponen de su mayor esfuerzo. Era continuar o morir. 

Dicha necesidad de supervivencia la llevó hasta los eventos más extravagantes, y, a consecuencia, comenzó su entrenamiento en trabajo de campo. En uno de esos lugares conoció a un joven apuesto llamado Iván, con quien tuvo un romance en secreto. Este hombre la enamoró y cortejó por largos meses solo para sacarle información sobre la secta, información que Anya apenas poseía, pero que resultaba de utilidad en manos equivocadas. Ella no tenía ni la menor idea de que solo era una herramienta. 

Durante ese periodo, la academia estaba por realizar un ritual de iniciación que representaba la graduación de Anya y de otras de sus compañeras para volverse un arma letal. Marionetas que pudieran usar a su antojo si así lo querían.

Antes de dicha ceremonia, fue mandada a llamar por la rectora, quien le hizo solo un par de preguntas de sus misiones que dejaron a Anya inquieta. Al finalizar la encuesta, evidenciaron su romance secreto con Ivan, un traidor, quien alguna vez había pertenecido a su causa pero resultó ser un desertor. Dicha información la omitieron frente a ella: solo le dijeron que su novio había sido capturado por un crimen menor pero que lo llevaría a la horca. 

Ante tal noticia, Anya no podía creerlo; suplicó que la dejarán ir para salvarlo de aquel horrible destino sin importar el precio que tuviera que pagar. Se arrodilló y pidió por su permiso para actuar. Aquel gesto de sumisión hizo feliz a su rectora, quien le comentó que lo dejaría ir después del ritual. En él, ella sería premiada como una mujer con habilidades sobrehumanas, omitiendo parte de la información o maquillandola con maravillas. Anya dudó pero llevó a cabo la ceremonia; en ella un demonio se presentó para entregarle poder a cambio de su alma, y aunque Anya sabía que debía hacerlo (o de lo contrario le esperaría la muerte), pidió la ayuda de ciertas habilidades para salvar al amor de su vida, y el demonio gustoso se lo concedió; junto con una previsión del futuro, una amenaza que entregaba a todos aquellos que pedían su magia para que tuvieran en cuenta el alto precio.

Anya no lo entendió hasta un par de días después. Estaba por prepararse para salvar a su amado cuando le fue advertida de un enemigo que había conseguido información valiosa de la secta y que ahora necesitaban de sus servicios. En dicha explicación se especificaba que ella tendría que matar al objetivo. Como le quedaba de paso, supusieron que no tendría problema alguno en cumplir con la indicación. Ella aceptó sin tener la más mínima idea de que aquel traidor era su propio novio, viéndose obligada a cumplir las órdenes a cambio de un corazón roto.


Su misión, pese haber sido todo un éxito, se vio afectado por el filtro de información que logró escapar muy tarde para cuando Anya había asesinado al soplón. La academia, al enterarse, sabía que debían escapar para mantener a todos salvo o la secta estaría en sumo  peligro. Para ello muchos estudiantes y graduados fueron fueron enviados a los Países Bajos, Arabia, el resto de Asia, y a Europa.


Anya fue enviada a Inglaterra, encomendada a la hermandad Royal Opera; sitio donde podría ser de utilidad. 

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Datos extra: